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PRESENTACION LIBRO FISCALIZACION SUPERIOR Y OTROS TEMAS

  • Foto del escritor: José Luis Nava Díaz
    José Luis Nava Díaz
  • 21 nov 2009
  • 12 Min. de lectura

COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE MÉXICO

PALABRAS PRONUNCIADAS POR EL ING. JOSÉ LUIS NAVA DÍAZ

5 de noviembre, 2009

Quiero agradecer como siempre la anfitrionería de este Colegio, por supuesto a su Presidente Luis Zárate, a todos mis colegas, a mi familia y a todos los que están aquí presentes.

Hay un adagio que dice que todo ser humano, antes de partir hacia el más allá, debe de pensar en escribir un libro, tener un hijo y sembrar un árbol. Quizá por una razón cultural en México no ocurre exactamente esto, muchos tienen más hijos de los necesarios, tiran todos los árboles que pueden y si se topan con un libro le corren como a la influenza.

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Lo temas que aparecen en el libro son temas que han tenido un largo proceso de análisis y de reflexión. Algunos de los temas que ustedes podrán leer en el libro ameritan todo un tratamiento a veces de una estructura política, a veces de un planteamiento sobre normas técnicas, a veces todo un análisis sobre concepciones filosóficas estrictamente ético-moral. No se puede escribir sobre muchos de estos temas que ameritan experiencia y reflexión, solamente con el puro propósito de hacerse famoso. Los temas que atañen a este libro son temas que al ejercicio profesional de la ingeniería le son absolutamente propios, no obstante que muchos de ellos tienen que ver con tratamientos específicamente de normas jurídicas. He comentado en diversos foros de la ingeniería que el ejercicio de la administración pública implica necesariamente que tiene uno que apegarse a normas éticas, morales, técnicas y legales. Y con esto a veces tenemos algún problema porque en muchas ocasiones los perfiles de los servidores públicos, de los administradores en el servicio público, no necesariamente se cumplen en los términos que están pactados en las normas, de manera que muchas veces a todo el mundo le hace falta algún apoyo técnico o legal y, ojalá no sea cierto, pero muchas veces también alguna reflexión sobre los valores y principios. Vean ustedes que cuando en el ejercicio del puesto administrativo nos faltan algunos elementos de carácter técnico, nos conseguimos un asesor técnico, si éste no nos resuelve nada nos conseguimos otro asesor técnico y así hasta que se nos acabe el presupuesto; si tenemos algún problema de tipo legal contratamos a un abogado, si no resuelve el problema contratamos un despacho legal, etc. El problema del ejercicio en el manejo de normas éticas o morales es que el único asesor del que se puede uno valer, para poder saber qué hacer en cada uno de los casos del ejercicio profesional del servicio público, es la propia conciencia. En todo lo demás, si nos falla la técnica o lo legal, conseguimos asesores.


Esto es lo que va a permear a lo largo de todo el libro. Todo escritor que escribe se arriesga a la crítica, pero aprende finalmente que los lectores siempre tendrán un valor agregado mayor que lo que uno quiso proponer en el propio libro.

Espero que sea de su interés lo que vamos a hablar hoy sobre el tema de la fiscalización superior. Vemos que es un tema que nos atañe a toda la profesión y a todos los servidores públicos.

Quisiera hacer un rápido recuento de lo que ha ocurrido con este libro de La Fiscalización Superior y otros temas desde su primera presentación que tuvimos en este mismo Colegio el 5 de marzo de este año. Hicimos un recorrido interesante por muchos lugares de la República. Los temas que trata el libro los pueden ver reflejados en la pantalla [se estaba proyectando] y tienen que ver con áreas diversas de la administración pública, de los sectores productivos del país y sobre todo tienen que ver todos ellos con el interés del estado mexicano para conducir el desarrollo económico como lo prevé el 25 constitucional y en ese sentido el 79 lo que prevé es que la fiscalización superior se convierta en garante del proceso de rendición de cuentas del estado mexicano.


El recorrido que hicimos en la presentación del libro fue interesante porque en cada uno de ellos encontramos una recepción adecuada de los organismos e instituciones de control y fiscalización de los Estados. En la Cd. de México, como ya lo señalé, en este mismo Colegio se hizo la primera presentación en la que estuvieron como comentaristas algunos compañeros ingenieros que ahora nos acompañan aquí, estuvo el Ing. Carlos Martín del Castillo, el Ing. Eugenio Laris, el Ing. Guerrero Villalobos, por supuesto el Ing. Luis Zárate y el Ing. Jorge Jiménez Alcaraz.


También en la Cd. de México se hizo una presentación en la Cámara de Senadores donde nos acompañaron la Senadora Ma. de los Ángeles Moreno, quien hizo los comentarios. En Puebla también estuvimos haciendo la presentación en la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría. En todos los Estados ha habido participación importante tanto de los auditores y los contralores de los Estados y créanme ustedes que para mí ha sido una gratísima sorpresa lo que ellos se han sorprendido acerca de lo que el tema de fiscalización superior implica. En todos estos lugares: Puebla, Toluca, Aguascalientes, Guadalajara, y demás, sorprendía mucho que los temas de fiscalización superior fueran tan diversos y tratados en esta forma. Me parece que de alguna manera todavía hay una gran confusión entre lo que es la fiscalización superior y el control concomitante; cuando nosotros definíamos lo que entendíamos por fiscalización se daban las primeras sorpresas, porque creo que se estaba confundiendo que hacer auditorías de control interno era lo mismo que hacer auditorías para efectos de fiscalización superior. Y no porque las auditorías sea el único tema de la fiscalización superior, sino porque es uno de los temas de la fiscalización superior y por supuesto con un tratamiento absolutamente diferente al control interno, porque si no, estaríamos duplicando y participando en la paradoja del control.


También se presentó y aproveché el viaje para ingresar como Académico de Finanzas Públicas en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y en esa ocasión el libro estuvo comentado por la C.P. Araceli Pitman.

En el Senado decía yo que lo primero que tiene obligación alguien que escribe sobre un tema es definir de qué cosa va a hablar, cuál es la definición que él da y de acuerdo con qué elementos, cuáles son las razones semánticas que le dan origen a la definición que va a dar.

La fiscalización superior, entonces, en estos términos es una facultad legislativa (por su origen) y administrativa (por sus efectos) del Estado que consiste, esencialmente, en la responsabilidad que tiene la Cámara de Diputados de garantizar, en última instancia, el proceso de rendición de cuentas de la Administración Pública Federal. El proceso de rendición de cuentas obviamente toca a toda la administración pública y el constatarlo corresponde solamente a la Auditoría Superior de la Federación.


La fiscalización la realiza la ASF como autoridad evaluadora del Congreso y se lleva a cabo con posterioridad a la revisión de las cuentas gubernamentales.

¿Qué alcance tiene esta fiscalización? Tiene que ver con la difusión de lo que significa esta gran función porque me parece que en la medida que la sociedad no participe en la demanda de esta actividad esencial para la democracia mexicana, quizá la fiscalización vaya a poner rumbos que la sociedad no necesariamente está reconociendo.

¿Cuáles son las tareas especializadas que realiza la fiscalización?, ¿cuáles son las áreas fundamentales de interés? Por supuesto finanzas públicas, derecho constitucional, tiene que ver las obligaciones por lo que respecta a la contratación pública, tiene que ver con teoría del desarrollo económico porque si no cómo sabemos lo que está ocurriendo con la planeación de desarrollo económico nacional, y, eventualmente también con cuentas presupuestales.


¿La sociedad mexicana qué espera de la fiscalización? Tal vez diríamos que nada porque no sabemos ni lo que hace, ni quién la hace ni para qué la hace. La fiscalización promedio de una autoridad con reconocimiento social y político y con alto grado de profesionalismo implica que se desarrolle en el ambiente de transparencia de inversiones públicas y de acceso a la información que la administración pública y los particulares, requieren para ejercer sus derechos democráticos todos los días.


¿Cómo participa la fiscalización en la moralización administrativa? A mí me parece que el problema no es solamente de una institución, ni de un área, ni de un poder, ni siquiera de la administración pública en general; creo que tiene que ver, por supuesto, con los valores que la sociedad maneja en determinada etapa de su existencia, y es interés de toda la sociedad si vamos a cambiar nuestra estrategia o nuestra jerarquía de valores y poderlo hacer de una generación a la otra por lo menos. Me parece que no se logra nada que sea fundamental, nada que sea estructural ni siquiera en el ejercicio del gasto público. La transparencia por supuesto colabora con la fiscalización.

Si queremos cambiar nuestra estructura de valores tenemos que hacer un gran esfuerzo por educar a nuestros hijos en una cultura de valores éticos y principios morales. Si no lo hacemos, difícilmente vamos a lograr que las cosas cambien de fondo.


Los valores que a veces manejamos los mexicanos están tergiversados. Algunos de los dichos que corren por ahí dicen: “pena es robar y que lo cachen”; “no me den dinero, sólo pónganme donde hay”; los sueños de muchos es sacarse la lotería o tener un pariente en la administración pública que le pueda hacer un favorcito. Otro dicho es “en arca abierta el justo peca”, o aquel otro que dice “a robar porque vienen robando”; “de que lloren en su casa a que lloren en la mía, que lloren en la suya”; “ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón”; hay otros muchos que podríamos seguir ejemplificando, hay uno todavía más cruel que dice que “dinero que no viene de mujer es dinero mal habido”, o bien, “mujer que no da dinero trae mala suerte”. De manera que cualquiera de esos dichos ejemplifica un manejo inadecuado de valores.


Con esto termino un recuento de las diversas presentaciones que hemos tenido de este libro en muy diferentes foros con la aceptación de algunos de ustedes que me han hecho el favor de leerlo.

Me permitiría decir lo siguiente en relación con la presentación de esta noche:

La grandeza de México expresada en su dilatada geografía proporciona el espacio vital que requiere la diaria convivencia de todos los mexicanos y, aún así, nos sobra territorio para recibir a los visitantes que aprecian nuestro arte secular, los paisajes irrepetibles, las grandes obras de ingeniería, la diversidad gastronómica y nuestras sólidas tradiciones culturales.


De la misma manera, en nuestra naciente pero ya grande democracia caben todas las doctrinas e ideologías políticas que los mexicanos consideramos como patrimonio institucional porque propician la participación de todos los ciudadanos de la república en todas las regiones del país.

Son pilares de nuestras instituciones republicanas, la transparencia de los actos políticos y la rendición de cuentas de la administración pública, porque permiten abatir la corrupción y avanzar en la eficiencia del ejercicio presupuestal, todo lo cual debe constituir la función esencial de la fiscalización superior que realiza el Estado Federal Mexicano, según lo asentado en la norma constitucional.


Para garantizar lo anterior, la fiscalización superior de los actos gubernamentales debe responder al interés de la sociedad que se expresa por medio de la representación nacional que constituye la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión. Es esencial la participación organizada de la sociedad, como lo es también la participación de cada uno de sus miembros, para que la expresión de la democracia ocurra de manera cotidiana y no eventualmente en las urnas.

El fortalecimiento de la capacidad de fiscalización superior en México debe fundarse en el desarrollo de los recursos humanos porque éstos constituyen el activo más importante del que disponen las instituciones para desarrollarse hasta un nivel de excelencia internacional.


Para mejorar la productividad de los trabajadores en la ASF, se requiere formar profesionales de la fiscalización mediante la superación permanente de sus capacidades laborales y con base en sus diferentes formaciones escolares y profesionales. Esta riqueza permitirá alcanzar los propósitos de incrementar la eficiencia y calidad de las actividades fiscalizadoras. Por tanto, los grupos de trabajo institucionales deberán contar con una capacitación especializada en las diferentes materias que debe desarrollarse durante la aplicación de los procedimientos de las auditorías, cuidando, permanentemente, la calidad de las revisiones.


Todo trabajador de la institución tiene el derecho de participar en programas continuos de entrenamiento y asesoría en las labores que ejecuta cotidianamente. Los mandos medios y superiores, por su parte, están obligados, ética y legalmente, a preparase para acreditar los conocimientos profesionales y habilidades laborales que el perfil de puestos demanda. Con esto daríamos plena vigencia a lo que establece el Estatuto del Servicio Fiscalizador de Carrera y se impulsará la profesionalización de la fiscalización superior en México.

Por cierto, agradezco a los servidores públicos y trabajadores de la ASF así como su representación sindical que están aquí presentes.


Es conveniente incrementar la productividad laboral más allá de un 4% para propiciar el mejoramiento de los indicadores en la lucha contra la corrupción. Actualmente, México tiene el lugar 72 entre 179 países encuestados por Transparencia Internacional, con una calificación de 3.5/10, cuando nuestros socios como los Estados Unidos y Canadá tienen 7.2/10 y 8.7/10, respectivamente.


Tenemos que buscar una revisión entre pares; debemos impulsar una mejor planeación de programas y políticas públicas; se requieren observaciones útiles y factibles; persecución de los delitos fiscales; recuperación de daños causados a la Hacienda Pública. Es indispensable mantener una vigilancia permanente sobre el crecimiento del gasto corriente y la eficiencia de la inversión pública, de acuerdo con el reflejo que estas variables muestren en la generación de empleo productivo, multiplicador de la inversión y desarrollo regional.


En resumidas cuentas, lo que estamos diciendo es que los indicadores de desempeño son absolutamente administrativos y no reflejan ni pueden reflejar ni avance ni retroceso sobre estas variables que son fundamentales para saber si estamos en el camino del desarrollo económico o estamos retrasándonos. Por eso no es raro, después de analizar con cuidado, qué es lo que ha ocurrido con el gasto de inversión en obra pública en los últimos años en el país que ha tenido una tasa sustancialmente alta en relación con años anteriores y no obstante tuvimos la caída del PIB más alta de todo Centro y Sudamérica este año. Quiere decir que la correlación muestra, al menos, debilidad si no fractura. Entonces, a lo mejor en muchos de nuestros temas de inversión dentro de la administración pública o no estamos realizando la inversión o estamos transformando alguna inversión en gasto corriente, o bien los proyectos no son necesariamente productivos en términos de los indicadores que acabo de señalar.


Paralelamente, es indispensable reconocer los procesos que son productivos y que cumplen con las normas establecidas. Deben determinarse las áreas que ofrecen transparencia en su actuación y cumplen con sus objetivos y metas en la prestación de servicios y en la producción de satisfactores de interés social. La estructuración de programas públicos con recursos privados debe revisarse continuamente para evitar que el endeudamiento contingente tanto de PIDIREGAS como de los PPS se convierta en una cifra inmanejable presupuestalmente.

El problema de los PIDIREGAS no es que no tengan un pago de acuerdo a su productividad, el problema está en la velocidad del endeudamiento y en la forma en lo que eso se va constituyendo en una invariante presupuestal dentro de los presupuestos futuros, de manera que cuando la deuda contingente forma una parte importante del presupuesto, deja muy poco para poder conducir el desarrollo económico para los propósitos de la planeación nacional.


La Fiscalización Superior debe constituirse en un factor de equilibrio político en donde las diferentes corrientes del pensamiento encuentren principios y valores comunes y en donde las administraciones gubernamentales de cualquier ideología social tengan un trato respetuoso, sin descalificaciones y desencuentros; por el contrario, procurando conjuntamente el mejoramiento continuo de la función pública y la justicia para los particulares que contratan con el sector público.


Una revisión constante de la estructura jurídica, una capacitación permanente en el conocimiento de las leyes aplicables al ejercicio del gasto público y su control; la cultura de respeto a la legalidad y una interpretación armónica de la legislación, darían plena vigencia al estado de derecho que reclaman todos los mexicanos y mejorarían la percepción sobre seguridad jurídica que critican nuestros socios comerciales a nivel internacional y se reflejan, por supuesto, en puntos sobre las tasas de los créditos que nos otorgan.


La participación de las empresas de consultoría y de los profesionales de la construcción han sido determinantes en las tareas de planeación y control de la inversión pública en nuestro país. Las empresas constructoras mexicanas han mejorado no solamente su capacidad técnica, sino, además, han logrado en muchos casos superar el entorno financiero adverso que presenta financiamientos internos sumamente elevados y recuperaciones de capital un tanto tardías, para competir por las grandes obras con empresas extranjeras que cuentan con respaldos de grupos financieros importantes a nivel internacional.


Estos factores positivos, acompañados por la alta especialidad de los profesionales y trabajadores con que cuentan instituciones públicas de los sectores energético y de infraestructura urbana, carretera e hidráulica han propiciado el desarrollo de proyectos de gran importancia estratégica para la economía y las finanzas públicas. Es necesario que las entidades y municipios fortalezcan sus áreas de planeación y que las autoridades locales y federales impulsen regionalmente proyectos de mayor alcance económico y de gran rentabilidad social.


El proceso administrativo del sector público requiere fortalecer la etapa de planeación del desarrollo económico nacional y dimensionar las tareas de control y evaluación, procurando prevenir en lugar de sancionar, mejorando la eficiencia del gasto público y desarrollando un sistema armónico de rendición de cuentas.

Las finanzas públicas necesitan un equilibrio de largo plazo que puede lograrse solamente a través del fortalecimiento del Estado mexicano para incrementar de manera justa sus ingresos tributarios y, paralelamente, ejecutando programas y proyectos que se enfoquen a la atención de los aspectos prioritarios en las áreas de seguridad pública y en materia de generación de empleos productivos.


El sistema político nacional ha logrado un equilibrio histórico entre la defensa invariable del bienestar social y el desarrollo económico de todos los mexicanos. La propuesta existe pero la lucha tiene que ser permanente.

Agradezco a ustedes su atención y cedo la palabra a nuestra comentarista de esta noche.

 
 
 

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